Arrancamos
este miércoles presentando un producto de sobra conocido por todos,
algo tan indispensable en la mesa que alguna vez habrás notado su
falta y seguramente lo hayas pedido a gritos, "¡¡FALTA EL
PAN!!. Si, hoy venimos a hablaros de ese manjar, más concretamente
del pan de centeno y el pan de trigo.
El
pan forma parte de la alimentación del ser humano desde el
Neolítico, cuándo se consumían simples gachas y harinas. La
casualidad hizo que por alguna razón que escapa a nuestro entender
aquellas gachas se convirtieran en tortas con la cocción de alguna
fuente de calor.
Posteriormente
los egipcios dieron un paso más allá, añadiendo masa fermentada a
la mezcla primaria de harina, agua y sal. Además se le adjudica la
costumbre de colocar un pan para cada comensal.
Los
griegos perfeccionaron las técnicas de panificación haciendo de
ello un auténtico arte, dando así como resultado la gran variedad
de pan existente, ya que llegaron a crear más de 70 variedades.
En
la Edad Media los monasterios se convirtieron en los principales
productores, sobre todo de pan de centeno.
Los
primeros gremios aparecen en el siglo XVII, por entonces el pan
blanco se considera un privilegio de las clases sociales más
adineradas, hasta mediados del siglo XVIII donde los avances en las
técnicas y los excedente de trigo extendieron el consumo por toda la
población y al mejor precio.
La
industria del Pan sigue evolucionando tras la revolución industrial
y durante todo el siglo XIX y XX. Surgen nuevos métodos, técnicas,
mecánicas y variedades de composición y conservación del Pan,
hasta llegar a nuestros días.
El
pan de centeno es uno de los más difíciles de encontrar y de los
que menos se consume, pero sin embargo es uno de los más sanos.
Tiene menos proteínas y grasas y más hidratos de carbono y fibra
que el pan de trigo. Este tipo de pan resulta más oscuro y compacto
que el resto por su bajo contenido en gluten. Es aconsejable para
diabéticos y personas con colesterol alto, también es muy eficaz
para combatir el estreñimiento.
El
pan de trigo es más habitual, alimento de consumo diario por un 70%
de la población, posee un número de calorías y de proteínas alto,
esto hace que sea saciante y una buena fuente de energía. Existe el
falso mito de que el pan de trigo engorda más, quizás todo ello se
ha debido a su bajo contenido en fibra. Por otro lado su nivel de
sodio es ideal para controlar desórdenes renales y cardíacos.
Ahora
que conocéis un poquito mejor nuestros panes, solo queda
recordaros que en Serrín podreis encontrar pan de trigo y de centeno
traido directamente de Galicia.
Os
esperamos, que no falte una rebanada de pan en ninguna mesa.
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