EL GRAN DÍA: FILLOAS DE SANGRE

By Lena - marzo 02, 2018





"Tengo un hermoso recuerdo de los días de matanza. Recuerdo que en casa de la abuela nos
reuníamos toda la familia e incluso los vecinos más allegados. Recuerdo los preparativos a toda carrera que ya daban comienzo el día anterior. Guardo en la memoria las sonrisas nerviosas y como cada uno tenía asumido el papel que iba a realizar. 

Mi padre era el matarife, él al igual que su padre y el padre de su padre; llamémoslo tradición familiar. Los niños nunca podíamos estar presentes en el momento más complicado, pero sé que mi madre se colocaba estratégicamente en el lugar en el que caería la sangre para poder recogerla y prepararla antes de que se estropeara.

Después olía a quemado y sonaba el agua de una manguera que limpiaba los restos de cenizas. Veía a mi abuela, mis tías y mi madre correr con las tripas camino al río, era fundamental "desentrenzarlas" (Desenredarlas) antes de que enfriaran. A partir de aquí todo era trabajo, colocar y guardar hasta que llegaba la noche.

Alrededor de la mesa nos sentábamos todos, la abuela siempre preparaba las mejores partes de la matanza para agradecer la ayuda de los vecinos y familiares. Pero lo mejor...lo mejor llegaba al final. Recuerdo su aroma, su sabor y su color como si fuera ayer mismo, ese momento en el que la abuela ponía ante nosotros las filloas de sangre que con tanto mimo había hecho."
(Recuerdo de nuestra compañera)

Ingredientes:
  • 1/2 Litro de leche entera de Casa Vidal o Deleitar, o leche semidesnatada de Casa Grande de Xanceda
  • 1 Vaso sangre de cerdo (Consultad en casquerías y carnicerías, ahí pueden conseguirla)
  • 4 Huevos camperos de Pazo Vilane o Campomayor
  • 250gr de Harina aprox
  • Ralladura de 1 limón
  • 2 Cucharadas de azúcar
  • 1 Cucharada de canela molida
  • 1 Pizca de sal
  • 1 Pizca de pimienta molida
  • Uvas pasas
  • 1 Trozo de tocino de cerdo
Elaboración:

  1. En un bol batimos los huevos y una vez bien mezclados, añadimos la leche, la ralladura de limón, la sal, la pimienta y la canela, mezclando todo muy bien.
  2. Poco a poco vamos añadiendo la harina tamizada para evitar grumos y una vez esté todo bien mezclado incorporamos la sangre y las uvas pasas. (Pueden echarse sobre la marcha para que toquen 3 o 4 por filloa)
  3. Una vez bien mezclado lo dejaremos reposar aproximadamente 30 minutos. Como las anteriores recetas si vemos que está muy espesa añadimos agua y si está muy liquida corregimos con harina.
  4. Ponemos una sartén al fuego y la untamos con tocino cuando este ya caliente. Con un cucharón añadimos la masa y la esparcimos con movimientos circulares de la sartén. Cuando esté lista le damos la vuelta, tradicionalmente se le da la vuelta con la mano pero os pedimos que no os queméis.
  5. Una vez echas por ambas caras las apilaremos en un plato para conservar el calor y espolvoreamos azúcar sobre ellas. También podemos comerlas con miel y mermelada.
No penséis que aquí termina nuestra pasión por las filloas, este mes, el día 22 tenemos otra cita con los amantes de las filloas, en el próximo blog os daremos más información.

¡¡HASTA LA FILLOA QUE VIENE!!

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